Lo que parecía ser un vuelo rutinario desde la Ciudad de México con destino a Reynosa se convirtió esta mañana en un inesperado episodio de emergencia aérea.
A bordo del avión AM2496 de Aeroméxico Connect, pasajeros vivieron momentos de angustia cuando, al alcanzar los 36,000 pies de altitud, la cabina comenzó a perder presión.
El sistema de presurización de la aeronave falló, obligando a los pilotos a descender rápidamente a 10,000 pies, una altitud en la que se puede respirar sin asistencia artificial.
Ante la situación, la tripulación decidió desviar el vuelo al aeropuerto más cercano, aterrizando de forma segura en Tampico.A pesar del susto, no hubo lesionados.
La maniobra fue ejecutada con precisión, gracias al entrenamiento especializado que reciben los pilotos para responder ante este tipo de situaciones, consideradas entre las emergencias más comunes en la aviación moderna.
La tranquilidad regresó a bordo una vez que el avión tocó tierra.
Hasta el momento, Aeroméxico no ha emitido un comunicado oficial, pero se espera que en breve informe sobre los siguientes pasos para los pasajeros.
